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CAMPAÑA REDUCA: La Escuela es el mejor camino


La Red Latinoamericana de Organizaciones de la Sociedad Civil por la Educación (REDUCA) está compuesta por 14 organizaciones de países latinoamericanos, las que trabajan por un objetivo común: garantizar a todos los niños, niñas y jóvenes de la región el derecho a una educación pública inclusiva, equitativa y de calidad. Educar 2050 representa a la Argentina en esta red y forma parte de su Consejo de Gobernanza.


¿Por qué la campaña "La escuela es el mejor camino"?
Según los datos de UNICEF y la UNESCO, en el año 2008 de 117 millones de niños y jóvenes con edad escolar en América Latina y el Caribe, 6,5 millones no asisten a la escuela. Además, 15,6 millones se encontraban con retraso de dos años o más, teniendo gran riesgo de abandonar la escuela.

Por eso es prioritario concientizar a la sociedad sobre la importancia de la permanencia e inclusión en la escuela. La idea central de la campaña, que cuenta con el apoyo de la Unión Europea, es alertar sobre la importancia de incluir a los niños y jóvenes que se encuentran fuera de la escuela –tanto los que nunca asistieron, como a los que la abandonaron - y dar un mensaje esperanzador y que dé garantías para que permanezcan y concluyan la enseñanza básica, teniendo su derecho al aprendizaje y desarrollo como ciudadanos plenamente atendidos.

Los indicadores muestran que en toda América Latina y el Caribe, los más vulnerables socioeconómicamente - con menor ingreso y pertenecientes a grupos históricamente excluidos –son los que más sufren por la falta de acceso y que más abandona la escuela. "El déficit de sentido de alumnos y maestros comienza a ganar espacio en las aulas y aumentan las posibilidades de exclusión y fracaso. Es así que, uno de los mecanismos para garantizar que los alumnos permanezcan en las escuelas es generar aprendizajes significativos, que adquieran valor y sentido en la vida de los alumnos, que les permitan creer que pueden transformar e intervenir la realidad en la que viven. Si el mundo y la escuela están conectados, asistir y permanecer comienza a tener sentido", señaló Agustina Blanco, Directora Ejecutiva de Educar 2050.

¿Quiénes forman parte de esta red?

Mapa Reduca
2. Mesa de Trabajo: Innovación educativa para un aprendizaje de calidad

Lograr que todos los niños, niñas y jóvenes de la región latinoamericana accedan a una educación de calidad, en igualdad de condiciones y oportunidades ha sido una de las principales banderas de REDUCA. Como red, se busca que todos los países de la región garanticen el derecho a la educación y para ello, ha venido liderando discusiones alrededor de factores que hacen la diferencia en la real garantía de este derecho.

REDUCA durante el 2016 ha decidido abordar este fenómeno de exclusión educativa, profundizando en los factores asociados que hacen que niños, niñas y jóvenes sean excluidos, o que ni siquiera accedan al sistema educativo, o bien, que si acceden no desarrollen los aprendizajes esperados, lo que también es un factor de exclusión.

Educar 2050 reunió en un desayuno el 16 de agosto en el Hotel Four Seasons de la Ciudad de Buenos Aires a 24 referentes en educación, miembros de organizaciones que trabajan por la educación, actores sociales y representantes de gobierno. El encuentro se centró en la innovación pedagógica como herramienta fundamental para lograr una verdadera inclusión mediada por aprendizajes significativos, transformacionales y para toda la vida.


reunión


Entre los participantes se encontraban Pablo Aristizábal, CEO de Aula 365; Julio Fontán, fundador del método Fontán (SERF); Erika Twani, directora de Learning 1 to 1; Max Gullmanelli, Secretario de Gestión Educativa del Ministerio Nacional de Educación; Inés Aguerrondo y Guillermina Tiramonti, consultoras en Educación; Luciana Vázquez, periodista especializada en Educación del diario La Nación y Mario Vázquez, empresario y presidente de Educar2050.

Luego de las palabras iniciales de Agustina Blanco, quien destacó la importancia de la innovación para lograr una educación inclusiva y de calidad, tomó la palabra Pablo Aristizábal, refiriéndose a la relevancia de la tecnología y de la innovación como poderosas armas en el aprendizaje. A diferencia de la pedagogía, la tecnología es personalizada. Es por eso que el desafío de la pedagogía consiste en construir contenidos uno a uno, contenidos que conversan. "La escuela es el bastión de la cohesión social. Aprender no solo a conocer si no a ser humano, a vivir juntos, a aprender a hacer".

A las palabras de Pablo, le siguieron las de Inés Aguerrondo. "Mi preocupación y militancia es por la innovación", explicaba Inés, quien asesora hace más de 40 años en materia educativa. Enfatizó en la necesidad de un reclamo por una educación innovadora con aprendizajes que transformen las realidades de los estudiantes y sean para toda la vida. Se trata de estudiantes que trabajarán en algo que no existe, millenials y miembros de la "sociedad del conocimiento". En palabras de Inés, se necesitan "aprendizaje para el siglo XXI y para toda la vida". Agregó, además, que el nudo de la innovación está en pensar en aprender, no en enseñar, sino que los chicos puedan tener sus propios procesos "Debemos romper las anteojeras de donde miramos las cosas", explicaba Inés, "Latinoamérica no tiene las ideas adecuadas, no es que le faltan recursos". La buena noticia que transmite es que hoy se sabe que algo hay que hacer, que son necesarios nuevos modelos pedagógicos en el aula para transformar la educación.

Bajo el mismo punto de vista, Guillermina Tiramonti le dio mucha importancia a que la innovación sea alcanzable a todos, que la tecnología no genere diferencias para brindar una educación equitativa e inclusiva.

Luego, Julio Fontán presentó un modelo pedagógico emergente denominado Sistema de Educación Relacional Fontán (SERF), como ejemplo de innovación en el sistema educativo. Esta iniciativa está centrada en el estudiante, protagonista del sistema educativo, y promueve su autonomía y el desarrollo de competencia en la búsqueda por lograr la excelencia en tiempo variable y rendimiento constante. El énfasis no está puesto en el rendimiento sino en los procesos, el estudiante reinventa el conocimiento constantemente mediante un proceso de inducción, atravesado por un principio de responsabilidad y autonomía.

Este método toma como principal agente al niño, a sus intereses y sus capacidades partiendo de la base de que no todos son iguales. "La única manera para que la educación brinde igualdad de oportunidades es exaltando las diferencias individuales", describía Julio Fontán, cuya presentación finalizó con un aplauso de todos los presentes.


Foto Grupo

Luego inició un debate, enriquecido por los distintos puntos de vista de todos los presentes. Para cerrar, Agustina Blanco le dio la palabra a Mario Vázquez, presidente de Educar 2050, que habló de los hitos de las nuevas generaciones, "cuyo nuevo órgano son los dispositivos móviles" y de la importancia trascendental que tiene la innovación para los aprendizajes de calidad.

Tanto las presentaciones como el debate giraron en torno a la necesidad de una transformación de nuestro sistema educativo para lograr aprendizajes de calidad para todos. La falta de sentido que tiene hoy la escuela es la mayor causa de deserción. El niño que no se adapta al currículum es hoy considerado un niño con problemas y, con esta teoría, hemos eliminado a miles de niños del sistema. A partir de esto, lograr un sistema para todos implica, en primer lugar, entender que el problema no está en los estudiantes sino en el sistema y, por otro lado, comprender que una educación inclusiva reclama la necesidad de poner el foco en los estudiantes. El objetivo de las escuelas debe ser lograr aprendizajes significativos donde sus protagonistas, docentes y estudiantes, sientan que lo que ocurre en las aulas tiene sentido. Al lograr esto, SERF se constituye como uno de los modelos pedagógicos emergentes que permite construir aprendizajes transformacionales y significativos para todos.

Lista completa de Invitados:

1. Abulafia, Denise – CEO Educatina
2. Aguerrondo, Inés – Consultora Educación
3. Aristizábal, Pablo – CEO Aula 365
4. Avellaneda, Milagros – Comunicación, Educar 2050.
5. Blanco, Agustina – Directora Educar 2050
6. Campagnoli, Marcela – Secretaria Educación Municipalidad Pilar
7. Fontán, Julio – Fundador Método Fontán
8. Gerlero, Carina – Secretaria Planificación y Articulación Educativa, Santa Fe
9. Grillo, Ludovico – Secretario de Educación Municipalidad Vicente López
10. Guillone, Oscar – Director Enseña por Argentina
11. Gulmanelli, Max – Secretario Gestión Educativa Ministerio Ed Nacional
12. Hancevic, Cecilia – Coordinadora RSE Grupo Petersen
13. Ortiz, Constanza – Ministerio Educación CABA
14. Peire, Matías – Consejo Educar 2050
15. Perl, Marina – Secretaria Innovación Ministerio Educación Tucumán
16. Pini, María del Huerto – Subsecretaria Planificación y Articul. Educ. Santa Fe
17. Sourviron, Roby – CEO Despegar.com
18. Tapia, Graciela – Fundación Cambio Democrático/ Asesora Ministerio Ed Nac
19. Tiramonti, Guillermina – Directora Investigación Educativa FLACSO
20. Tortolini, Alejandro – Director Organización Educación Abierta
21. Twani, Erika – Directora Learning 1 to 1.org
22. Vázquez, Luciana – Periodista especialista en Educación La Nación
23. Vázquez, Mario – Presidente Educar 2050
24. Zemborain, Noel – Ministerio Nacional de Educación

25. La búsqueda del sentido en las escuelas para una mayor inclusión


Aunque terminar la escolaridad parece un paso más en la vida, no es así para todos. La obligatoriedad de la escuela primaria y secundaria no es suficientes para garantizar la permanencia de los niños. Los datos de Unicef indican que hoy en América Latina hay 6,5 millones de niños fuera y otros 15,6 que se encuentran rezagados. La permanencia no parece ser tarea fácil para todos y la exclusión comienza a mostrar una nueva faceta. La exclusión, más allá del no poder acceder, hoy se observa dentro de la misma inclusión, al no posibilitar a todos las habilidades necesarias para desarrollarse en el mundo actual. Se utiliza el término exclusión y no deserción, al considerar que desde esta perspectiva el sistema tiene una responsabilidad sobre los alumnos para disminuir el riesgo de abandono.

El complejo y multidimensional concepto de exclusión nos obliga a abordarlo desde una nueva perspectiva. Ya no son solo las razones socioeconómicas, geográficas o cognitivas las que afectan la problemática, sino que es necesario ubicar al alumno en el centro del sistema educativo y analizar su complejidad. Lo cierto es que el mundo, en constante cambio, cuestiona las aulas. Alumnos y docentes protagonizan un déficit de sentido. La escuela exige un cambio estructural y una verdadera transformación. Al ubicar al alumno en el centro del sistema, se puede analizar la permanencia desde tres variables que inciden: aprendizajes, emociones y expectativas. Desde esta perspectiva comienza a tomar relevancia el aula y lo que ocurre dentro de ella.

El aprendizaje tiene un rol preponderante en las escuelas. Sabemos que hoy el término "calidad educativa" está en boca de todos. Sin embargo, el concepto calidad también se ha modificado socio-históricamente y no implica lo mismo hoy que hace dos siglos. El mundo de hoy, milleniano y en continuo dinamismo, posee un conocimiento e información al alcance de todos. Es en este contexto donde lo estático, pasivo y rígido, tantas veces propio de la escuela, pierde sentido y el modelo de educación tradicional queda obsoleto. La sociedad del conocimiento comienza a reclamar habilidades y competencias que exigen nuevos enfoques pedagógicos, modernos e innovadores. Ya no se trata de un aprendizaje memorístico y enciclopedista sino la importancia de un saber hacer, aplicar conocimientos, resolver problemas y comprender para hacer frente a los desafíos de un futuro cambiante. El aprendizaje unidireccional se corre para darle lugar a un aprendizaje interaccional, con el alumno como coautor de sus propios aprendizajes. Pero, ¿qué pasa cuando esto no sucede? Ocurre una desconexión entre lo que reclaman tanto el mundo como los propios alumnos, y la educación. El déficit de sentido de alumnos y maestros comienza a ganar espacio en las aulas y aumentan las posibilidades de exclusión y fracaso. Es así que, uno de los mecanismos para garantizar que los alumnos permanezcan en las escuelas es generar aprendizajes significativos, que adquieran valor y sentido en la vida de los alumnos, que les permitan creer que pueden transformar e intervenir la realidad en la que viven. Si el mundo y la escuela están conectados, asistir y permanecer comienza a tener sentido.

A lo anterior se le suma el clima en el aula. El éxito de los alumnos no depende solo de factores cognitivos sino de los emocionales, que son esenciales para buenos aprendizajes. Cognición y emoción se interfieren, superponen y enriquecen constantemente. La escuela tradicional, eminentemente racional, no dejaba ingresar las emociones al aula y estas se constituían como algo externo al aprendizaje. Sin embargo, las investigaciones demuestran que la experiencia emocional de lo que se vive en las aulas atraviesa a los alumnos. Cuando esta es negativa, las posibilidades de aprendizaje disminuyen y aumentan las posibilidades de fracaso y exclusión. Si, por el contrario, son positivas, favorecen el rendimiento y los aprendizajes se arraigan sólidamente. Sonia Fox (2013), menciona la necesidad de pasar a una educación lógico-emocional donde lo emocional no solo ingrese sino que de un lugar y se trabaje durante toda la trayectoria. Es por eso que para asegurar que los niños asistan a las escuelas y alcancen su máximo potencial se debe apuntar a una educación integral donde se logre un buen clima escolar propicio para el aprendizaje, de respeto, que dé lugar al error y con expectativas altas en los alumnos. Las investigaciones demuestran que se genera en los alumnos un efecto Pigmalión, cuando el docente cree en ellos, ellos confían en sus propias capacidades. Cuando los docentes creen que todos pueden aprender y apuestan por sus alumnos, asistir a la escuela constituye un espacio de confianza donde vale la pena estar. Las percepciones de los alumnos con respecto a su futuro también cobran un lugar fundamental. La escuela demanda para los alumnos un esfuerzo y un tiempo que los alumnos debieran percibir que valen la pena invertir. Cuando un título no garantiza la posibilidad de ascenso social, terminar la escuela empieza a perder sentido. La inversión que significa para los alumnos deja de justificarse. Al respecto, Melissa Kearney y Phillip Levine buscan correlacionar la deserción en la escuela secundaria de chicos con bajos recursos con la brecha de desigualdad en sus contextos. Demuestran empíricamente que a mayor desigualdad, mayor es el nivel de deserción escolar. El estudio, realizado en Estados Unidos, demuestra que en estados muy desiguales socioeconómicamente un 25% de alumnos no termina en 4 años su escolaridad secundaria. A su vez, en Estados menos desiguales sólo ocurre esto en un 10% de los alumnos. Lo que queda plasmado es la relevancia de las percepciones y expectativas de los alumnos a la hora de permanecer en las escuelas. Las conclusiones sugieren que los alumnos toman decisiones educativas basadas en percepciones sobre el potencial de desarrollo futuro. Si perciben que el beneficio de permanecer en la escuela es bajo, no tienen suficiente incentivo para esa permanencia considerando el costo de oportunidad de "no estar", escaso. Esto demuestra la necesidad de trabajar en un sistema educativo que genere expectativas en el futuro de los alumnos, y además, en las autopercepciones y valoraciones de los propios alumnos, para lograr confianza en ellos mismos y optimismo para su vida futura.

Aprendizajes, emociones y percepciones, nos muestran la necesidad de una escuela que brinde sentido a los alumnos. Apuntar a la verdadera inclusión requiere que, tanto políticos como sociedad, reflexionen sobre el tipo de educación que estamos brindando y avancen hacia una adaptación del modelo de escuela de hoy a uno donde los alumnos motivados quieran pertenecer y sientan que tiene sentido estar ahí, que terminar la escuela signifique una posibilidad de acceder a nuevas oportunidades en el futuro y una vida más plena.

El siguiente artículo fue realizado exclusivamente para REDUCA, por Agustina Blanco, Directora Ejecutiva de Educar 2050 y Agustina Harriague, Coordinadora de Programas.
Puede verse en las noticias de la página web: www.reduca-al.net/noticias

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