En el marco de la Conferencia desarrollada por The Global Education Innovation Initiative (GEII)* de la Escuela de Educación de Harvard, Manuel Álvarez Tronge en representación de Educar 2050, viajó a Estados Unidos para participar, junto con representantes de otras instituciones educativas de todo el mundo, de esta interesantísima experiencia.
El Programa tenía como objetivos:
Proveer una plataforma que fomentara la colaboración y el intercambio de experiencias entre líderes de instituciones educativas de todo el mundo, con el fin de colocar la educación pública en un lugar relevante a nivel mundial.
Compartir las investigaciones realizadas por el GEII con todas instituciones presentes que trabajan día a día para mejorar la calidad educativa en escuelas públicas de todo el mundo.
Profundizar y fomentar las iniciativas creadas por los miembros del GEII para mejorar la educación en el siglo 21.
La convocatoria fue amplia. Asistieron representantes de instituciones de los cinco continentes con actividades educativas en países tan diversos como Kenya, China, Singapur, Noruega, Australia, Brasil, Chile, India, Japón, Holanda, Nigeria, Panamá, España, Suiza, entre otros.
La agenda estuvo conformada por varios paneles (integradores por oradores de distintos países y moderadores), donde se trataron temas relevantes como: metas para educar en el siglo 21, la educación en un mundo diverso y global, innovaciones para la enseñanza y el aprendizaje, la calidad educativa. La experiencia se enriqueció con dinámicas grupales por regiones del mundo y discusiones abiertas, donde todos los oyentes pudieron también participar y aportar su experiencia.
*El GEII tiene como misión fomentar el desarrollo global de la educación en el siglo 21 a través de investigaciones sobre prácticas eficientes y programas destinados a líderes en educación de todo el mundo, para intercambiar nuevas oportunidades de aprendizaje, desarrollar herramientas de trabajo efectivo, empoderar la enseñanza y el aprendizaje y, también, consolidar una red dinámica de trabajo global.
“La educación del futuro”, por Manuel Álvarez Trongé
Doscientos representantes de organizaciones educativas con presencia en todo el planeta fuimos invitados a la Escuela de Educación de Harvard con el objetivo de conformar una plataforma para colaborar en la mejora de la Educación que el siglo XXI demanda. El tema se ha convertido en urgente.
La Escuela de Educación de Harvard sintetiza en tres las capacidades centrales del siglo: Competencias Cognitivas, Interpersonales e Intrapersonales: 1) las Cognitivas abarcan las competencias de procesos y estrategia (que incluye el pensamiento crítico, resolución de problemas, argumentación y toma de decisiones), las de conocimiento general (que abarca la cultura general y cívica, la escucha activa y el uso de evidencia) y las de creatividad e innovación, 2) las Interpersonales incluyen la apertura intelectual (flexibilidad, valoración de la diversidad), la actitud ética para el trabajo (iniciativa, perseverancia, integridad, reflexión antes los riesgos) y la auto evaluación positiva (monitoreo personal y cuidado de la salud) y 3) las Intrapersonales comprenden la aptitud para el trabajo en equipo (comunicación, empatía, negociación, paz) y las competencias para el liderazgo (comunicación, curiosidad, influencia). Esta apretada síntesis nos obliga a preguntarnos ¿está preparada la educación argentina para este futuro que ya llegó?
Hay que entender que continuarán siendo los padres los grandes responsables de la educación de sus hijos y que, por supuesto los Maestros tendrán un rol decisivo, pero no ya como propietarios del saber (internet ya venció al Docente en esa pulseada intelectual), sino como facilitadores y agentes reflexivos de ese conocimiento al que se accede fácilmente pero que habrá que ordenar. Lo apasionante son también los cambios de forma que se presentan que incluyen el aprendizaje de los alumnos siendo “profesores” de sus compañeros y Maestros, y la formulación del aprendizaje por "Proyectos" que nada tienen que ver con la memorización y el examen tradicional. El aprender se ha convertido en algo superior al enseñar. En fin, el panorama es extremadamente desafiante para la humanidad. Valgan tres preguntas, en este marco, como punto de partida de un debate que nos debemos como sociedad argentina: nuestro país tiene cerca de 50% de sus alumnos debajo de la línea de pobreza, ¿les daremos realmente prioridad?; el conflicto docente actual, ¿no es un buen ejemplo para que los adultos hagamos ejercicio de las competencias de resolución de problemas que le exigiremos a los estudiantes del futuro? Y por último, la educación del futuro también pide a gritos valores, en la misma magnitud que los cambios que nos invaden, ¿quién liderará esta epopeya en Argentina: las autoridades de turno o cada uno de nosotros desde el lugar que ocupemos en la sociedad?
