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  #QuéMaestro

#QuéMaestro es un espacio pensado para revalorizar la profesión docente y su rol dentro de la sociedad.

Buscamos maestros creativos, apasionados, con ganas de enseñar y que nunca dejan de lado sus ganas de aprender. Ellos son uno de los pilares de la educación y por eso queremos conocer sus historias y compartirlas.

Si sos o conocés un docente con estas características no dudes en escribirnos a contacto@educar2050.org.ar. A continuación compartimos la entrevista a Candela Patiño, maestra de educación de la escuela primaria Instituto Madre del Divino Pastor en Pilar.

¿Cómo fue tu clase más creativa?

La creatividad en mis clases está en las pequeñas cosas, las actividades diarias. No recuerdo una clase magistral innovadora en especial.

He recolectado "basura" durante un mes para hacerles un supermercado con muchas consignas matemáticas, he llevado ropa extraña y la he colgado de una soga de lado a lado de la clase para talleres literarios. Hemos hecho compost con lombrices californianas, que finalmente fracasó. Hemos hecho elecciones como las nacionales en tercer grado, con primarias abiertas, jefes de campaña, debates presidenciales, propaganda y boletas impresas. Hemos hecho muchas pequeñas obras de teatro, representaciones, hemos bailado para distender o festejar o simplemente porque estábamos estudiando biografías y aparecía alguna de Jennifer López. Ellos desarrollan mejor y explotan su propia creatividad cuando les das libertad para trabajar, cuando pueden elegir; cuando no hay un techo o limitación, cuando sos guía y nada más.

¿Alguna anécdota?

En el colegio donde trabajaba los cursos estaban separados en varones y mujeres. El primer año tuve nenas y el segundo llegó el terror de la estética, salía toda despeinada, arruinada, me drenaban la energía pero me hacían muy feliz. Es muy distinta la experiencia cuando tenés un solo género en el aula. Las demostraciones de afecto, que abundan con las mujeres, son una reliquia muy preciada con los varones.

Ese año tenía un alumno hipoacúsico, que usaba un sistema FM. Es un aparatito símil celular o algo así con un broche que se engancha al guardapolvo de la maestra, y un cable que termina en un micrófono, que también se engancha al guardapolvo, a la altura del pecho.

Básicamente lo que hacía el dispositivo era captar mi voz por el micrófono y ponerla unos 15 decibelios más fuerte que el ruido ambiente. O sea que, aunque hablara muy bajito y nadie más escuchara, mi alumno lo hacía.

Como ya me había acostumbrado a toda la onda de estas criaturas de no-demostraciones-de-cariño-explícitas, no les cantaba. El año anterior vivía cantándoles a mis alumnas, de todo, todos los días.

Un día, en la formación, mientras esperaba que se ordenaran, probé el FM para pasárselo al profe de Música. Para chequear que estuviera funcionando, le canté la canción de la película Río. Mi alumno me miraba, y decía, como haciéndose el distraído: "mmm escucho una música… ¿de dónde viene esa música?"

Más tarde, mientras íbamos a la biblioteca -medio cada uno en la suya- yo cantaba. No recuerdo bien qué, creo que era el tema "Ex" de Ana Laan. Cantaba para mí misma. Cuando entra mi alumno, me dice "¡Otra vez escucho música!"

Y recién antes de irnos a almorzar me dijo con una sonrisa "Can, ¿mañana me cantás una canción por el FM?".

Me derritió. Listo. Suficiente. Qué lindo es ser maestra.

¿Algo que te haya enseñado algún alumno?

Parece una frase hecha, pero mis alumnos me enseñan todos los días. Y muchas veces me enseñan lo mismo, será que soy dura de aprender. La admiración que siento cuando un chico no baja los brazos, cuando se supera aun cuando su entorno de adultos no cree que vaya a poder, es inexplicable. Recuerdo muchos alumnos con dificultades de aprendizaje que lograron lo que nos propusimos, a fuerza de trabajo y de amor. No hay día en que salga de la escuela sin haberme reído, sin haber sonreído, sin que hayan escrito o hecho algo que me llegara al alma. Es sencillo, si uno realmente adopta la postura de apertura necesaria para aprender, aprende.

¿Qué crees que te distingue o diferencia como docente?


No sé si hay algo que me distinga como docente, pero creo que si existe, debe ser mi cercanía con los chicos. Estoy con ellos muchas horas del día y llego a conocerlos, valoro sus opiniones desde lo filosófico hasta lo práctico, dejo que influyan en mi práctica profesional, les pido feedback para mejorar a diario, escucho sus necesidades e intereses. Conecto con ellos.

¿Cuáles son las características esenciales de un buen docente?

Lo esencial para ser un buen docente es entender a los niños como personas dignas de todo nuestro respeto y atención. Cuando vos respetás a un chico, respetás sus tiempos, sus intereses, los escuchás y conocés bien, responden de otra forma a todas las tareas escolares. Pero lo que es aún mejor, aprovechan su tiempo en la escuela, se sienten cómodos y aprenden más y mejor.

¿Cómo sería una clase ideal?

Una clase ideal sería cualquiera en la que los chicos tuvieran participación activa, sus intereses estuvieran tenidos en cuenta, se abordara el conocimiento de distintas maneras, se propusiera un trabajo en grupo…

Maestra
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