Educar 2050 en 2017: Gritemos juntos, mejor educación, por favor.
Nos quedan treinta y cuatro años. Parece mucho, pero la verdad es que ninguno de los chicos que se están educando hoy en el Jardín de Infantes tendrá cuarenta años cumplidos en el 2050. Es decir, dependemos de la educación de hoy para el futuro de mañana. Nuestro país será administrado en el 2050 por quienes hoy están en la Escuela: si calculamos las edades respectivas, quienes hoy están en el secundario, respetando las edades normales para ese ciclo, estarán entre los 46 y 51 años y los alumnos del primario actual tendrán entre 40 y 45 años de edad. Es decir, entre quienes están educándose hoy tenemos a la clase dirigente del año 2050. Por eso cuando nos preguntan (y hasta nos reclaman): "el 2050 está muy lejos", nos miramos con serenidad negándolo con cierta delicadeza pero con la contundencia que supone esta verdad. Y esta conclusión nos conduce a otra reflexión muy vinculada pero distinta: el año que viene cumpliremos diez (10) años de acción, diez años de vida. Proyecto Educar 2050 cierra una etapa de consolidación como institución como también de conformación de carácter y personalidad. Y si ponemos juntos ambos conceptos: la clase dirigente del 2050 se está educando hoy y el aniversario número diez de nuestra Asociación, el resultado se traduce en cuatro palabras: DEBEMOS CONSEGUIR HECHOS CONCRETOS (¿un Plan para las escuelas más vulnerables, un Plan decenal hecho ley, Capacitación estratégica, más Comunicación directa y apoyo al Docente, una Marcha por Mejor Educación, o algo distinto y más preciso?). Hemos hecho mucho a lo largo de esta primera década pero la mejor educación nos reclama más impacto. Los políticos de Argentina, tanto a nivel del Gobierno nacional como provincial, han tomado conciencia que la buena educación es un tema para la ciudadanía, es una preocupación. Creemos que en ese objetivo hemos aportado nuestra contribución. Influimos en política pública y concientizamos a la sociedad para ese objetivo pero que la Educación de calidad haya subido algún punto en la lista de "preocupaciones políticas para obtener votos" no nos tranquiliza. No es suficiente. No se escucha el clamor. Hace falta un grito más poderoso. No es posible que sigamos teniendo ejemplos de mala educación y que la sociedad no exija una investigación, una explicación detallada. La descalificación reciente de los resultados de nuestro país en PISA 2015 es un ejemplo concreto de esa baja calidad de nuestro sistema educativo pero el ejemplo más doloroso no es solo la descalificación de la OCDE, sino la no investigación argentina. En nuestro Foro anual 2016 un Maestro premiado dejó claro, al recibir su distinción, que él se sentía abrumado por la hipocresía que rodeaba su labor. Y esta afirmación nos interpela, conmueve y compromete. En nuestro décimo aniversario debemos conseguir hechos concretos que griten las necesidades de ese 48% por ciento de niños y niñas bajo la línea de pobreza en edad escolar. Ellos son prioridad. Y el grito se debe hacer escuchar. Ayúdenos a que sea más fuerte. Sin su apoyo no nos escucharán. Mejor educación, por favor.
 Manuel Alvarez-Trongé Presidente |
REDUCA: Pronunciamiento de REDUCA ante los resultados de la prueba |
